Profesional y ama de casa
“Cuando una se convierte en madre, la vida cambia radicalmente. De pronto, hay miles de responsabilidades y tareas. Debe conseguirse el equilibrio entre la vida familiar y la profesional”, explica Nancy de Turcios, madre de dos niñas.
Nancy, ingeniera en Sistemas, debe entrelazar las tareas del hogar con su trabajo en la Universidad Rafael Landívar (URL).
“Requiere sacrificio. Pero no me arrepiento de haber tomado la decisión de ser madre. Mis dos hijas son el mayor de mis tesoros”, indica la profesional, de 32 años.
Transformación
“Desde hace siete años, mi vida es diferente. Antes de casarme, mi vida giraba en torno a mí misma y mis necesidades. Siempre trabajé, y lo que ganaba era para mis gustos”, recuerda.
Cuando nació su hija Nancy María, hace cinco años, la joven decidió dedicarse por entero a la pequeña.
“Dejé mi trabajo y me dediqué por completo a mi hogar. Atender a mi esposo, Marco Antonio, y a mi chiquita”, agrega.
Dos años después nació Fátima, su segunda hija.
“Estoy en esa etapa donde entiendo muchas de las cosas que me decía mi mamá. Pues pienso igual y siento los mismos temores”, indica
“Cuando una se convierte en madre, la vida cambia radicalmente. De pronto, hay miles de responsabilidades y tareas. Debe conseguirse el equilibrio entre la vida familiar y la profesional”, explica Nancy de Turcios, madre de dos niñas.
Nancy, ingeniera en Sistemas, debe entrelazar las tareas del hogar con su trabajo en la Universidad Rafael Landívar (URL).
“Requiere sacrificio. Pero no me arrepiento de haber tomado la decisión de ser madre. Mis dos hijas son el mayor de mis tesoros”, indica la profesional, de 32 años.
Transformación
“Desde hace siete años, mi vida es diferente. Antes de casarme, mi vida giraba en torno a mí misma y mis necesidades. Siempre trabajé, y lo que ganaba era para mis gustos”, recuerda.
Cuando nació su hija Nancy María, hace cinco años, la joven decidió dedicarse por entero a la pequeña.
“Dejé mi trabajo y me dediqué por completo a mi hogar. Atender a mi esposo, Marco Antonio, y a mi chiquita”, agrega.
Dos años después nació Fátima, su segunda hija.
“Estoy en esa etapa donde entiendo muchas de las cosas que me decía mi mamá. Pues pienso igual y siento los mismos temores”, indica
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